El modelo de asistencia se desarrolla desde la perspectiva de una atención integral, continuada y coordinada. Este enfoque de atención une dos características sustanciales:
Destacar entre las características de este modelo:
Estas características se llevan a cabo paso a paso en la atención y los cuidados del día a día: en la acogida, en la protección de la intimidad, en la flexibilidad organizativa o de los procedimientos y en los espacios y equipamiento, teniendo siempre presente la dignidad intrínseca de todo ser humano, el respeto a su unicidad, la personalización de la atención, la seguridad y el respeto y la promoción de su autonomía.
Para lograrlo se procura incorporar a la práctica una actitud de preocupación por la persona, sensibilidad hacia su vulnerabilidad y comprensión del sufrimiento; y se fomenta un método de trabajo que comprenda a la persona en su entorno, tenga claro los fines que se persiguen y de prioridad a los objetivos que son necesarios para conseguirlos.
Un modelo de asistencia continuada, progresiva, rehabilitadora y limitante de la incapacidad, coherente con nuestros valores y cercano a la práctica, reconoce que sólo desde la práctica colaborativa interdisciplinaria puede darse respuesta a la atención integral. Por este motivo, además de contemplar el cometido propio de cada disciplina, tiene en cuenta el papel de colaboración entre todos los profesionales de la salud.